Locales 12/11/2024
Reflexiones
Un vecino de nuestra ciudad sufrió días atrás un siniestro en la vía pública al colisionar su automóvil con dos caballos sueltos. El hecho se produjo en la calle Sarmiento, en cercanías del Centro Vasco Itxaropen y el parque municipal. El vehículo sufrió serios daños y la pregunta es quién se hace cargo de la suma millonaria que exige la reparación. Y alerta sobre la proximidad de una tragedia. La nota es la siguiente:
"La presencia de equinos en espacios públicos y los siniestros de tránsito: ¿de quién es la responsabilidad?"
"En los últimos meses, se ha vuelto frecuente observar equinos en plazas y espacios públicos, generando preocupación por el incremento de incidentes de tránsito. Varios de estos casos han involucrado colisiones entre vehículos y caballos que deambulan sin control en la vía pública. Si bien, hasta ahora, los siniestros no han resultado en víctimas fatales, existe una creciente inquietud por la posible pérdida de bienes tutelados, tales como la vida y el patrimonio de índole público y privado.
Es común ver caballos en plazas públicas, tanto en áreas rurales como urbanas, lo que se ha convertido en un tema de preocupación debido a los riesgos asociados. Estos animales pueden causar accidentes al cruzar calles y avenidas sin control, representando un peligro para la seguridad vial. En muchos casos, la presencia de equinos en áreas públicas se debe a una falta de regulación o de control efectivo, sumado a la ausencia de responsabilidad de sus dueños.
Los hechos de tránsito que involucran equinos sueltos han demostrado que el riesgo no solo afecta la integridad física de conductores y transeúntes, sino también el patrimonio público (bienes del Estado, como las infraestructuras de plazas) y privado (los vehículos involucrados en las colisiones).
Las normativas (leyes, resoluciones, decretos, fallos judiciales) respecto a la tenencia de animales y su control en espacios públicos varían de acuerdo con cada jurisdicción.
Sin embargo, en general, existen ordenanzas municipales y provinciales que regulan la circulación y permanencia de animales en espacios públicos. Estas buscan prevenir riesgos y accidentes en la vía pública, estableciendo sanciones para los propietarios que dejen a sus animales sueltos. No obstante, la eficacia de estas normativas depende de la vigilancia y aplicación efectiva por parte de las autoridades municipales y policiales.
El gobierno local o a quien este delegue, tiene la obligación de retener a los animales que circulen libremente en las vías públicas y, en caso de reincidencia, los propietarios pueden enfrentar multas o incluso la confiscación del animal. Sin embargo, la falta de infraestructura adecuada para albergar temporalmente a los equinos y la limitada capacidad de las fuerzas policiales para controlar grandes extensiones de territorio han generado dificultades en el cumplimiento de estas normativas.
Los dueños de los caballos son responsables de asegurar que sus animales no representen un riesgo para terceros. Esta responsabilidad incluye la obligación de mantener a los equinos en espacios seguros y de asegurar que no tengan acceso a la vía pública. Legalmente, en caso de un siniestro, el dueño del caballo puede enfrentar responsabilidades civiles por los daños causados a terceros. La jurisprudencia tiende a considerar al propietario como el principal responsable en caso de que el animal se escape o deambule sin control.
Las autoridades municipales tienen el deber de asegurar el cumplimiento de las normativas locales en relación con la tenencia de animales. La falta de medidas efectivas de control y vigilancia pone en riesgo a la comunidad y compromete la seguridad pública. En tanto, las fuerzas policiales también deben intervenir en situaciones de peligro evidente, actuando en coordinación con el municipio para retirar a los animales de la vía pública.
La reiteración de estos incidentes ha puesto en cuestión la capacidad de respuesta y la falta de medidas preventivas. En varios casos, los accidentes podrían haberse evitado si, en estos casos, el municipio hubiera implementado políticas más estrictas de control de animales sueltos o si los propietarios hubieran sido sancionados con mayor rigor.
Los accidentes entre vehículos y caballos en la vía pública pueden resultar en la pérdida del bien tutelado vida (en caso de que se produzcan muertes) y el patrimonio público y privado. Aunque hasta ahora no se han registrado víctimas fatales, los riesgos son latentes. La pérdida de bienes privados (vehículos, daños a la propiedad) y de bienes públicos (infraestructura vial y daños a otros espacios públicos) aumenta el costo de estos incidentes y afecta a toda la comunidad.
La situación actual refleja una necesidad urgente de reforzar las normativas de control sobre los equinos en espacios públicos, así como de incrementar la colaboración entre autoridades municipales, policiales y propietarios para prevenir futuros incidentes. El rol de las autoridades es crucial, no solo en la aplicación de sanciones, sino en la implementación de políticas preventivas que aseguren el bienestar de todos los ciudadanos.
La frecuencia de estos hechos nos recuerda que la prevención es la mejor estrategia para proteger la vida y el patrimonio."
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